5 Cualidades que hacen a un buen enfermero

Pocas carreras son tan gratificantes desde el punto de vista personal como la enfermería. El respeto profesional, las oportunidades de trabajo flexibles, el potencial de ascenso y la posibilidad de marcar la diferencia en la vida de las personas son sólo algunas de las cosas que ofrece.

Es importante que los estudiantes reconozcan que, como cualquier campo, la asistencia sanitaria tiene su parte de desafíos. El trabajo es excepcionalmente gratificante, pero también puede ser exigente. Para tener éxito y ser feliz en la enfermería, ayuda tener ciertas características y atributos personales. A continuación, te mostramos las cualidades que hacen que una enfermera sea buena.

Empatía

La empatía es la capacidad de sentir lo que otra persona está experimentando desde su punto de vista. Para las enfermeras, significa ponerse en el lugar de sus pacientes e intentar comprender cómo perciben lo que ocurre a su alrededor. Un paciente que llama para pedir ayuda y luego observa impotente desde su cama de hospital cómo las enfermeras pasan repetidamente por la puerta no ve a las docenas de personas a las que la enfermera está intentando ayudar. Sólo ve a personas que no parecen preocuparse por sus necesidades.

Pero si una enfermera se detiene momentáneamente para asegurar al paciente que la ayuda está en camino, cambia toda su experiencia sanitaria y genera una confianza inestimable. Las enfermeras trabajan con personas vulnerables de diversos orígenes. Para que los enfermeros puedan predecir con exactitud las necesidades de sus pacientes y comprender sus respuestas emocionales a los cuidados, es fundamental que tengan un gran sentido de la empatía.

No todo el mundo nace con una gran capacidad para ser empático con los demás, pero la mayoría de las personas carecen de empatía sólo porque no conocen toda la gama de circunstancias que otros pueden haber experimentado en la vida y cómo les ha afectado. Es algo que los educadores de enfermería han comprendido desde los tiempos de Florence Nightingale, y con los conocimientos y la formación que proporciona un programa de enfermería, es una habilidad que se puede aprender.

Estabilidad emocional

El trabajo de una enfermera es mentalmente exigente. Cada día puede provocar una serie de emociones fuertes, como alegría, sorpresa, tristeza y frustración. Las situaciones difíciles forman parte del trabajo diario de una enfermera, pero para gestionar eficazmente las necesidades de los colegas, los pacientes y sus familiares, es esencial mantener la calma cuando se enfrentan a experiencias perturbadoras.

¿Significa eso que las enfermeras no deben molestarse por circunstancias difíciles e incluso devastadoras? No, la estabilidad emocional nunca debe confundirse con una falta de emociones o de empatía. Sólo significa que para que las enfermeras puedan ofrecer a las personas los cuidados y el apoyo psicológico que necesitan, deben ser capaces de controlar sus respuestas para centrarse en las tareas que tienen entre manos. Las investigaciones demuestran que los enfermeros emocionalmente estables son más capaces de concentrarse, resolver problemas y mantener la seguridad de sus pacientes.

Al igual que la empatía, la estabilidad emocional es una habilidad que puede aprenderse, pero lleva tiempo, y los enfermeros deben ser pacientes consigo mismos. Difundir las reacciones intensas replanteando las expectativas, equilibrando las perspectivas y permaneciendo atentos son algunos de los muchos enfoques eficaces que pueden ayudar.

Habilidades de comunicación

Una de las cualidades más importantes de los enfermeros es su capacidad de comunicación. Como enlace entre los pacientes, los médicos y los familiares, los enfermeros nunca dejan de recopilar y transmitir datos fundamentales. Si alguien se equivoca, las consecuencias pueden ser devastadoras. Los errores en la transcripción de las órdenes de medicación, la falta de información en el papeleo del alta hospitalaria y las alergias potencialmente mortales que no figuran en el historial de un paciente son errores médicos comunes atribuidos a la falta de comunicación. En las circunstancias adecuadas, este tipo de errores puede causar daños importantes. Para comunicarse con claridad, los enfermeros deben sentirse cómodos leyendo, escribiendo y presentando la información a otros de forma verbal.

La comunicación es también una herramienta terapéutica que los profesionales sanitarios utilizan para establecer relaciones interpersonales con sus clientes. Mediante técnicas verbales y no verbales de probada eficacia, la comunicación terapéutica ayuda a los enfermeros a hacer que los pacientes se sientan más relajados y dispuestos a compartir sus preocupaciones. Cuando el diálogo fluye libremente en una relación profesional, los profesionales sanitarios son más capaces de hacer su trabajo y los resultados mejoran para los pacientes.

Deseo de aprender

La enfermería requiere una licencia profesional porque cuidar de los demás de forma segura cuando hay vidas en juego exige habilidades clínicas demostradas. Cuando los estudiantes se gradúan en la escuela de formación profesional, no se espera que lo sepan todo. Sólo que puedan tomar decisiones acertadas en circunstancias complejas basándose en la evidencia y en las directrices de las mejores prácticas.

La atención sanitaria está en constante evolución y, aunque los programas de enfermería enseñan todas las habilidades clínicas necesarias, la mayoría de los graduados necesitarán práctica y formación continua para alcanzar la plena competencia, sobre todo en campos de especialidad como los cuidados intensivos, la medicina de urgencias y la terapia de infusión.

Teniendo esto en cuenta, los empleadores ofrecen a los nuevos graduados muchas oportunidades supervisadas para aprender de enfermeras experimentadas o a través de programas de preceptoría y tutoría. Como profesionales, los enfermeros son siempre responsables de autoevaluar sus conocimientos y de no asumir tareas que superen sus capacidades sin apoyo o formación adicional. El juramento de un profesional sanitario es, ante todo, no hacer daño.

Pensamiento crítico

El pensamiento crítico es la capacidad de evaluar los hechos y llegar a conclusiones racionales de forma objetiva. Es una forma disciplinada y autodirigida de ver las cosas que permite a los enfermeros interpretar los datos, priorizar las necesidades de los pacientes y resolver problemas clínicos difíciles con rapidez y precisión. Durante el triaje, por ejemplo, es la forma en que una enfermera utiliza los resultados normales de los diagnósticos para determinar que un paciente con dolor en el pecho puede esperar porque es probable que tenga una indigestión, no un ataque al corazón.

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